

Stella McCartney utiliza muy a menudo la silueta de un caballo en sus diseños y en el 2004 creó esta maravilla para la vista (Lucky Spot), una cortina de miles de cristales de Swarovski que colgó del techo con forma de caballo en el castillo medieval de Belsay en el Reino Unido. Estará expuesto allí otra vez por unos días.